Gustavo Candia Irigoitia es director general de Gabinete en la Municipalidad de Asunción (Paraguay) y coordinador UCCI y asesor de Proyectos Estratégicos. Como ingenerio civil y experto en desarollo sustentable atesora una trayectoria profesional vinculada a la puesta en marcha de proyectos de transformación a escala local. Hablamos con él tras su participación en la sesión del Eima 2017 dedicada a la traslación de los ODS y la agenda climática a las políticas locales.

 
P.- ¿Qué papel tienen las ciudades en la conquista de la sostenibilidad? ¿Cuáles son los frentes principales que deben abordar las ciudades iberoamericanas en ese campo? ¿Saneamiento, movilidad, gestión de residuos...?
 
R.- Nuestras ciudades están colapsadas con el tráfico, con una fuerte demora en servicios ecoeficientes y con una perspectiva de crecimiento sostenido de la población. El enfoque debe ser el de una nueva agenda urbana que incluya el derecho a la ciudad de los habitantes de hoy y los que vendrán. Un simple movimiento de la matriz energética hacia fuentes renovables y limpias puede desencadenar una transformación en cascada.
 
P.- Cuál es el trabajo que lleva usted a cabo en la ciudad de Asunción? ¿Qué experiencias nos puede comentar?
 
R. - Bueno, me toca un poco conducir la burocracia municipal, apoyando al Intendente de Asunción. Aunque esto pueda resultar poco sensual, he encontrado que estos espacios directivos son igualmente útiles para permear nuevas ideas y fomentar en los equipos esfuerzos de innovación. El desafío de un liderazgo es siempre mantener motivados a los colaboradores y eso se consigue muchas veces saliendo de los márgenes de la formalidad burocrática y permitiendo que los innovadores nos inquieten y cuestionen seriamente cuando lo “normal” nos distancie de los nuevos paradigmas colectivos. Me gustan las juntas de trabajo que finalizan con acciones concertadas e ideas nuevas valoradas.
 
P.- ¿Cual debe ser el motor de cambio hacia una sociedad más sostenible? ¿Cómo conseguir que la inversión y la economía caminen por la senda de la sostenibilidad?
 
R.- Reglas claras, mejora de la calidad de la política y control ciudadano. Si el ciudadano participa y vigila, no votará al corrupto en las próximas elecciones ni comprará un producto que sacrifica inmisericordemente el futuro de las generaciones de nuestros hijos y nietos.
 
P.- La economía circular es concepto del que todo el mundo habla ahora. ¿Cómo entiende usted la economía circular? ¿Qué pasos hay que dar para alcanzar un modelo circular
 
R. - Una economía que no deja pasivos es lo ideal y para que esto sea posible debe apoyarse en procesos limpios completos, por ejemplo basados en la reutilización de productos e insumos del proceso productivo. Pero no solo en eso. La lógica de volver a potenciar la economía local, barrial, que genere una apropiación distinta del territorio donde vives también es clave.
 
P.- Qué papel puede jugar la innovación en el objetivo de conseguir una sociedad más sustentable. ¿La tecnología eficiente solucionará todo?
 
R.- Efectivamente, la tecnología es centralmente imprescindible pero insuficiente a la hora de aplicarlo en el terreno. Ahí es donde necesitamos líderes de todos los sectores que catalicen la información y generen confianza y esperanza en la aplicación de procesos innovadores.
 
P.- Con respecto a la adaptación al cambio climático y la mejora de la resiliencia, ¿cómo cree que se encuentra la situación en Iberoamérica? ¿Cuáles son las medidas más importantes a llevar a cabo?
 
Me parece que los proyectos de desarrollo están migrando sus viejos parámetros desarrollistas puros hacia reflexiones con el nuevo paradigma que nos impone la circunstancia. En Iberoamérica todavía nos falta reunir fuerzas para que todas las acciones futuras vayan en la línea de tomarlo como una oportunidad de adaptación. Y estas fuerzas traducirlas en políticas públicas.
 
P.- En ese sentido, ¿cómo ve entonces la situación actual en la lucha contra el cambio climático y el cumplimiento de los ODS?
 
R.- Si bien las decisiones del actual presidente de los EEUU ponen en riesgo la concreción de los mismos, estoy convencido que los esfuerzos desperdigados en nuestra región y en el mundo en la búsqueda de cumplirlos podrá equilibrar esta grave decisión. La red que formamos desde nuestros países sirve de garantía de los avances necesarios en estos años cruciales. París significó un punto de inflexión hacia compromisos mas sólidos. Este proceso es irreversible. Podremos tener retrocesos pero está claro para la humanidad que el cambio climático vino para quedarse y es cada vez más creciente la conciencia global de que debemos tomarlo en serio.
 
P.- Durante el Eima 2017 se celebra el IV Diálogo de Redes Iberoamericanas. ¿Qué papel juegan las alianzas entre actores diversos en la lucha por la sostenibilidad?
 
R.- Fundamentales, somos gregarios por naturaleza, reproducimos información y conocimientos, pensamos escenarios juntos allí y sobre todo construimos sueños en común. Nuestro rol de seducir a los demás es nuestra principal función. Debemos evitar siempre que nuestras redes nos atrapen dejando fuera a los demás. Debemos buscar salir y buscar conversaciones que generen una interactuación virtuosa con otros colectivos, incluso antagónicos, pero potencialmente socios a la hora de enfrentar retos como el cambio climático.
 
P.- ¿Qué impresión general le produce el encuentro Eima 2017 y el 60º Congreso ACODAL?¿Cuáles son los puntos fuertes de un evento de este tipo?
 
R.- Es un encuentro más que oportuno en las circunstancias actuales. Me parece que sirvió para conocer de cerca los esfuerzos de los diferentes actores en la concreción de los ODS y los Acuerdos de París en nuestra región.